(Hoy voy a publicar algo distinto, mas un artículo de opinión que un texto informativo)
Desde que el comic se convirtió en un fenómeno de masas, el
mundo del cine y en ocasiones la televisión ha bebido de las viñetas para crear
series y películas. Ciertamente, el comic le llega a dar a la gran pantalla
unas historias muy jugosas, quizás por la multitud de personajes arquetípicos.
Nos dan al héroe bueno, muy bueno, al villano malo, muy malo, y toda clase de
personajes secundarios que ayudan a llenar el reparto. También nos dan
historias sencillas, pero que llegan a tener cierta complejidad, y en las que
se puede mezclar el drama con el humor.
Por otro lado, el cine y la televisión también ayudan al
comic. Si bien los comics ya nos dan un planteamiento pleno de una historia, la
pantalla puede ayudarnos a tener una sensación mas plena de dicha historia. El
movimiento, el color, las voces, los efectos o el volumen son cosas que tenemos
que imaginar cuando leemos un comic, y las películas o las series nos lo pueden
dar. Además las películas nos pueden dar una visión más actualizada de comics
que fueron publicados hace años o décadas, y quizás no lo captamos igual que en
la época en la que fue creado.
Todo esto esta muy bien si, pero (siempre hay un pero) no
hay que olvidar que cine es un negocio, muy lucrativo por cierto, y que como
pasa con los libros llevados al cine, las historias del comic se puede
trasformar y cambiar tanto para que el publico medio lo vea que llegan a dejar
de tener sentido. Y ¡SI! Se lo que estáis pensando:”los guionistas tienen que
tomarse alguna licencia”. Eso es cierto, pero lo de las licencias tiene un límite.
Os podría enumerar una infinita serie de películas en las que tanto cambiar pequeños detalles ha
desvirtuado totalmente la obra.
Ya por último, no es solo cambiar pequeñas cosas, sino el
hecho de que al adoptar el comic o la novela grafica se crean unos guiones tan
nefastos que podrías ahorrarte el paseo al cine y las palomitas. Aunque por
otro lado los guionistas lo hacen bien y crean guiones magníficos, que, seamos
justos, no aparecen con mucha frecuencia. Os puedo poner como ejemplo de buenas
adaptaciones Sin City, en la que se respeto al 100% la historia original, o
Dredd, en su última versión, que condensa fielmente el concepto de las pequeñas
historietas del Juez Dredd. Al cambio, la lista de pifias es enorme, pero
acercándome a caso bastante cercanos puedo mencionar Grenn Lantern (pésima
adaptación) o las películas basadas en las novelas de Alan Moore, de las que el
autor siempre se ha desvinculado. Para que lo sepáis, V no es ningún salvador
de la democracia, es un perturbado y un anarquista radical.
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