viernes, 25 de octubre de 2013

El Guernica, los horrores de la guerra

Cuando uno se pone frente al Guernica, no solo se enfrenta a un magnifico cuadro, sino que se enfrenta a una de las obras de arte más importantes del siglo XX. Y esto no es solo por lo que es en sí, sino también por lo que representa.

El cuadro es una enorme obra de casi ocho metros de largo y más de tres de alto. Pero el tamaño no es lo importante. Fue pintado por Pablo Picasso, del que podemos decir que es el mayor pintor español del Siglo XX y posiblemente el mayor exponente de la pintura cubista en el mundo.

El cuadro nos representa una de las realidades del siglo XX: la guerra. Pero nos presenta la guerra en su máxima expresión. Una guerra brutal, terrible, que no tiene piedad con nada ni nadie. Una guerra total.

El cuadro fue realizado en 1937, en Paris, muy lejos de la realidad que Picasso intento plasmar en la obra. En tonos grises, blancos y negros nos muestra los bombardeos en la ciudad Vasca de Guernica. Para ello nos presenta una serie de figuras humanas y animales contraídas, todo ellos siguiendo el estilo cubista tan característico de Picasso.

Y lo que nos muestra no es otra cosa que un hecho clave en la historia. Podemos decir que la guerra civil es la primera guerra contemporánea, es decir, en la primera en la que se usaron técnicas de combate contemporáneas . En el uso de de dichas técnicas bélicas contemporáneas Guernica fue un lugar clave, ya que fue la primera zona urbana bombardeada por aviones de combate. Pues los ejércitos de Hitler y Mussolini usaron Guernica y otras zonas de España como su campo de pruebas particular, y fue la ciudad Vasca la que recibió el peor golpe.

El cuadro se le encargo a Picasso por el bando republicano, quizás como un arma de propaganda contra el bando nacional y sus aliados fascistas. Este se hizo para mostrarlo en la Exposición Internacional de Paris y por el cual la Republica pago un precio al cual el autor no estaba para nada acostumbrado.

El cuadro está lleno de simbolismo a través de las personas y los objetos representados. Por un lado tenemos a los animales. El toro y el caballo se muestran en una posición casi imposible, casi ilógica.  No representan otra cosa que el lado más animal e irracional de la guerra.

 La madre con el niño muerto podría representar muchas cosas, pero es bastante probable que quiera poner de manifiesto la idea tantas veces repetida que durante la guerra, los padres entierran a los hijos. De esta misma idea podríamos pensar que intenta mostrar la anti naturalidad de la guerra, en la que las leyes que rigen el mundo se invierten. Además la figura tiene cierta reminiscencia a las pietás de Miguel Ángel, quizás un gesto de admiración del artista.

El hombre despedazado a los pies del caballo podría representar el futuro que le espera a cualquier soldado. Un hombre desecho del que solo quedan brazos y cabeza, y que porta una espada rota y una flor. Esto podría decir que al final las armas no sirven para nada y que lo que queda son los sueños, las ilusiones y la esperanza, que son representados en la flor.

La paloma se encuentra en un segundo plano y podría representar una paz lejana o imposible. Así mismo, la enorme bombilla a mi parecer representa a dios, que se presenta impasible ante el horror.
La persona de la derecha, arrodillada y clamando al cielo podría representar la desesperación, y la que porta el farol la esperanza.

Cabe decir que estas son mis interpretaciones, y que son tan validas como las de cualquier otro.
El cuadro llego a España en el 77, cuarenta años después de su creación, ya que el régimen franquista no permitía una obra como esta. Creo que al estar en España se encuentra en el sitio que le corresponde, ya que no es solo una obra de arte, sino que representa nuestro pasado próximo y todo el horror de la Guerra Civil.

Rubén de Dios

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