El Guernica es una
obra, que desde su creación ha trascendido el ámbito artístico para convertirse
en un icono de la naturaleza y la cultura humana.
La obra está estrechamente ligada a su contexto, el siglo XX
y en especial al periodo previo a la Segunda Guerra Mundial. Ésta
contextualización de la obra no limita su significado únicamente a su época,
sino que lo extiende más allá, junto a los rasgos humanos que no han variado en
toda su historia.
En mi opinión Picasso buscaba retratar esos sentimientos que
han permanecido alineados al ser humano en toda su historia, el odio que
conlleva al enfrentamiento, la muerte, el miedo y la miseria.
Picasso los retrató como son en esencia, oscuros, fríos e
impactantes. La respuesta del espectador debía de ser acorde a ellos, la
repulsa ante la violencia y la empatía hacia las víctimas.
El principal rasgo de la obra es el antibelicismo. La década
de 1930 es una época de profundos cambios sociales. Del surgimiento de los
regímenes totalitarios, las democracias y regímenes comunistas además de la
gran crisis económica. Estos cambios confluyeron en una gran inestabilidad
política y social que tuvo como consecuencia la militarización de la sociedad.
El primer escenario donde estallaron estos cambios fue en España con la Guerra
Civil.
La Guerra Civil está considerada como la primera guerra
moderna. Es un adjetivo algo difuso pero que tiene su razón. En primer lugar en
el ámbito armamentístico, lo que más la distancia de las guerras anteriores es
la aviación y su papel en los bombardeos de ciudades. Madrid fue la primera
ciudad de la historia en ser bombardeada desde el aire, y Guernica la primera
en ser destruida casi por completo. Los bombardeos tenían dos finalidades, una
de destrucción de objetivos militares y la otra de mayor importancia, la
propaganda del miedo.
Esta es el segundo rasgo que hace a la Guerra Civil ser el
primer conflicto “moderno”, la propaganda, uno de los hitos principales del
siglo XX. La propaganda jugó un papel fundamental en la Guerra Civil en ambos
bandos. Los dos destinaron numerosos recursos para desestabilizar moralmente al
enemigo, hasta convertirse también en una guerra propagandística. El bombardeo
de Guernica fue un ataque moral. Guernica era la ciudad símbolo del
nacionalismo vasco y de su estatuto. Las fábricas y objetivos militares se
encontraban en la zona de la ría de Bilbao, no en Guernica. Por ello fue un
ataque propagandístico en el sentido que buscaba desestabilizar moralmente y
políticamente al gobierno republicano destruyendo uno de sus símbolos.
La respuesta de la República fue también propagandística. Los
artistas e intelectuales españoles, la gran mayoría en el bando republicano
lucharon de este modo, Picasso entre ellos.
El conflicto español no se limitaba a la nación española,
sino que estaban involucradas las demás potencias europeas, directamente como
Alemania e Italia con el bando franquista o la U.R.S.S con la República e
indirectamente las democracias europeas, principalmente Francia e Inglaterra.
La pasividad de estas últimas respecto a la intervención de
Alemania e Italia se materializó con la firma de los pactos de no intervención.
La República intentó legitimar su defensa clamando al apoyo de las democracias
internacionales frente al bando franquista y los regímenes fascistas.
La oportunidad de buscar apoyos tanto económicos como
políticos y de mostrar al mundo lo que estaba sucediendo llegó con la
celebración de la Exposición Universal de París de 1937. Para el Pabellón
español se había encargado una obra a Picasso que reflejara la situación en
España. Con el bombardeo de Guernica unos meses antes Picasso tuvo el mejor
ejemplo para mostrar al mundo la barbarie de los fascistas.
El mensaje de Picasso fue un éxito en cuanto a divulgación,
pero la paralización de las democracias principalmente Francia e Inglaterra
frente a Italia y sobre todo Alemania impidió cualquier apoyo efectivo para la
República más allá de la U.R.S.S.
La República fue finalmente derrocada por el Fascismo, que
luego hizo estallar la Segunda Guerra Mundial. Aún finalizada la Guerra en
España, El Guernica seguía siendo un reflejo de la situación de Europa y con la
Guerra Mundial del Mundo. Finalizada ésta se convirtió en el símbolo de la
repulsa hacia la guerra y el odio que tanto había hecho sufrir al Mundo. Pasó
de ser una obra localizada a un momento específico para convertirse en un
símbolo mundial del antibelicismo eternamente reverenciado.
El Guernica llegó a
España en 1977 con la instauración de la democracia tras un largo exilio de 40
años, los que duró el Franquismo “oficialmente”. Al igual que todos los
españoles exiliados, la obra se convirtió en la imagen del exilio español y
símbolo de aquella España que se rompió en 1936 y que todavía no se ha rehecho.
El Guernica volvió a politizarse para
alejarse del mensaje que quería dar Picasso el del horror de la guerra.
En cuanto a la controversia sobre cual debería ser el
emplazamiento de el Guernica es desde
mi punto de vista un problema que atiende a tantos intereses y tan dispares
entre sí que no quiero mojarme. Lo que sí tengo claro es que debe de estar en
España donde más tiene significado que esté, tanto culturalmente y politicamente.
JUAN SASIAMBARRENA DÍAZ A3
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