martes, 10 de diciembre de 2013


Sin city

“No ha pasado mucho tiempo desde que me metí en estos negocios. Ya no hay marcha atrás. No tardo mucho en echar a correr. No puedo evitarlo. Ya no hay temblores, ni sudor frio, ni dudas. El miedo ha desaparecido, pero en su lugar noto una pequeña  cosa fría que repta por dentro y me enciende las tripas. Incluso ya no me asusta el bosque. Pues soy un depredador mas… El más grande y feo de todos. Lo único en lo que siempre he sido bueno es matar, así que también voy a disfrutar con esto”
Marv. Sin city: El duro adiós

 Quería traer este fragmento para comenzar esta entrada. Porque, a ojos de cualquiera, podría parecer que Sin City no es más que una orgia de sangre y muerte. Nada más lejos de la realidad. Sin city es poesía, es el  arte de la nueva era. No niego que sea una colección que no guste a todos, y muy posiblemente al lector medio no le parezca un comic a destacar.

Si tuviera que comparar Sin city, o  en general Frank Miller, con un director de cine, seria con Tarantino. Sin city es la mezcla perfecta entre un comic pulp pero  con unos diálogos y monólogos perfectamente escogidos y compuestos, así como un trabajo en el dibujo y el tintado excelente. Como en una peli de Tarantino.

Sin city son una serie de historias que transcurren en la ciudad de Basin city, una inventada ciudad norteamericana azotada por la corrupción, poderes en la sombra, organizaciones criminales y todo tipo de gentes de mal vivir. Los protagonistas son personajes marginales, que en general tienen problemas mentales, pasados criminales, alguna temporada en la cárcel y muy mala leche. Los personajes no se mueven por elevadas aspiraciones de los superhéroes americanos. No. Las motivaciones de los personajes son la supervivencia y la venganza. Pero muchas veces los personajes realizan sus acciones en pro del bien ajeno, ya que ellos no tienen nada que perder. Y para cumplir dichos objetivos harán lo que sea necesario, ya sea torturar, descuartizar cadáveres, arrancarle los genitales a un violador y pasar algún viaje psicotrópico, entre otras perlas.
Marv en "El duro adiós"

Pero pese a toda la violencia, como ya he dicho, Sin City tiene una composición en los diálogos magnifica. Los personajes protagonistas cuentan en primera persona y en presente lo que ocurre. Por ello, cuando se está enfrentando a alguien, el protagonista cuenta que opina de su enemigo, que acción hará después, o como está soportando el dolor de las heridas. En los momentos más calmados el personaje reflexiona sobre el problema que se le plantea, piensa en su pasado, o incluso llega a filosofar sobre la vida.

Como ya he dicho, el trabajo del dibujo es impresionante. Muchas veces nos presenta viñetas que mas que negro sobre blanco, es blanco sobre negro. Aunque toda la obra es en blanco y negro, en los últimos dos números se llega a usar el color, pero muy levemente. En el numero 6, que se trata de una composición de historias cortas, se usa para destacar algunos rasgos de personajes. En el 7, se usa de la misma manera, y un capitulo esta hecho totalmente a color. Pero lo que prima siempre es el negro y blanco. En el trazo, el dibujo es muy detallista, casi obsesivo, sobre todo con los rasgos del rostro.
Hartigan en su minúscula celda.

Con todo esto, recomiendo sin duda Sin city, sobre todo a aquellos que disfruten de  una buena acción pero que también gusten de una historia bien hecha.

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